Es una figura donde un vendedor obtiene de un comprador liquidez a corto plazo, reconociéndole una tasa de interés a título de remuneración por el uso de los recursos durante el plazo convenido y constituyendo una garantía en acciones ante la BVC, como respaldo de la operación.

Para el vendedor significa la posibilidad de obtener liquidez empleando sus acciones, mientras que para el comprador representa una alternativa de inversión a periodos cortos, incluso menores a siete días.